Los coches eléctricos han llegado para quedarse, son muchas las empresas que están trabajando en soluciones innovadoras que puedan permitir la evolución hacia un futuro más limpio. Prueba de ello son las carreteras solares que tendrán como objetivo aprovechar los recursos naturales y reducir las emisiones contaminantes.
Las carreteras solares cuentan con una parte superior con paneles fotovoltaicos que resisten el peso del tráfico rodado. De esta forma, los coches eléctricos o híbridos enchufables podrán recargar sus baterías mientras circulan. Esta solución también es viable para el transporte de mercancías.
La idea surgió en 2006 y poco a poco se han ido diseñando y construyendo en diferentes partes del mundo. En 2016 se inauguró en primer tramo, aunque en la actualidad, esta tecnología no se ha desarrollado a gran escala. Algunos ejemplos los podemos encontrar en Missouri, Estados Unidos, Holanda, Francia, Suecia o China.
Carreteras solares, ¿qué beneficios tienen?
Lo cierto es que aunque las carreteras solares pueden ser parte del futuro, aún tienen mucho camino por recorrer. Este tipo de vías serán capaces de producir energía alternativa y limpia. La energía que produzcan se podrá utilizar para alimentar a las ciudades, no solo a los coches eléctricos.
También se reducirán los costes de mantenimiento de las vías ya que estas carreteras solares contarán con autolimpieza. Aunque a priori este proyecto necesite una gran inversión, lo cierto es que se amortizará a corto plazo ya que la energía que se produzca puede alimentar a otros proyectos e incluso a más de 300 viviendas al año.
Otro de los beneficios de las carreteras solares es la sostenibilidad, ya que optimiza recursos que ya están desarrollados como son las carreteras actuales y la reducción de materiales.
No todo es positivo, las carreteras solares también tienen desventajas como las posibilidad de robo de los paneles solares, los costes de instalación o la menor producción de energía que los techos solares, sin olvidarnos de los paneles que están situados en carreteras con pocas horas de sol o con mucho tráfico que dificulte la carga.
Estamos seguros que en un futuro no muy lejano las carreteras solares se conviertan en una alternativa real a las vías de alta ocupación que conocemos en la actualidad y dar el salto, finalmente, a la ansiada electrificación. ¿No crees que puede ser una solución respetuosa con el medio ambiente?