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En medio de la creciente preocupación por la sostenibilidad y el impacto ambiental, los coches de hidrógeno están surgiendo como una opción intrigante en el panorama automovilístico. Este tipo de motorización representa ahora mismo la gran esperanza de todos aquellos que no confían 100% en los vehículos eléctricos por esa limitada autonomía, que en conjunto a la escasez de cargadores y sus largos tiempos de recarga no tienen una valoración positiva a la hora de realizar un desplazamiento relativamente largo. 

Esa distancia no se traduce en miles de kilómetros, sino más bien en salir de la rutina habitual. La incertidumbre de dónde podremos para a hacer una recarga es un factor que pesa mucho en la toma de decisión del conductor a la hora de decantarse por un coche u otro, y a pesar de que los coches de hidrógeno se desmarcan de toda esa incertidumbre, la gran pregunta que surge es ¿por qué no ampliar esas redes con las bombonas intercambiables? Está claro que sobre el papel el coche de hidrógeno puede llegar a ser el futuro, pero en la realidad, todavía no son el presente. 

Qué es un coche de hidrógeno

Puede que este concepto todavía te suene a novedad y te preguntes qué es un coche de hidrógeno. Lo primero que debes saber, es que son vehículos que utilizan pilas de combustible para generar electricidad a bordo, mediante la cual impulsan el motor eléctrico del automóvil. Su funcionamiento parte de la reacción química que se produce entre el hidrógeno y el oxígeno dando lugar a una electricidad que pasa a una batería y posteriormente se suministra directamente al motor para mover las ruedas del vehículo. Dicho de otra manera, los coches de hidrógeno generan electricidad a medida que avanzan.

Una de las partes más curiosas de este proceso es que por el camino, el tubo de escape sólo expulsará vapor de agua y nitrógeno, a diferencia de los vehículos convencionales. Sin embargo, uno de los problemas que representa este mecanismo es que el hidrógeno tiene que estar muy comprimido (700 bares de presión aproximadamente) y este proceso exige enormes recursos para su refinamiento. Se trata de una tecnología que en la actualidad sigue siendo cara y eso se traslada hasta el proceso de compra: el precio de adquisición de un coche de hidrógeno es elevado y por lo tanto, está al alcance de pocos consumidores. 

Este es uno de los principales problemas que presenta en la actualidad el coche de hidrógeno. La tecnología con la que trabajan todavía es cara y su precio de venta es alto. Por el momento sólo existen tres modelos de coches de hidrógeno que cuenten con una producción en serie en todo el mundo (dos de ellos se comercializan en España) y su precio oscila entre los 70.000 y 76.000 euros. Sólo con ver las cifras es evidente que este tipo de vehículos no son aptos para todos los bolsillos, a pesar de que se pueden acoger al plan de ayudas Moves III y cuentan además con la etiqueta Cero de la DGT. 

coche de hidrogeno

La autonomía de un coche de hidrógeno

Durante el diseño del vehículo será el fabricante quien defina su potencia mediante el tamaño del motor eléctrico, que recibe energía eléctrica desde la celda de combustible y desde una batería. La lógica invita a pensar que al igual que ocurre con los coches eléctricos, la recarga de esa batería se debe llevar a cabo a través de un enchufe, pero lo cierto es que se recarga recuperando la energía de freno. Pero eso no significa que el coche de hidrógeno no necesite una batería auxiliar de bajo voltaje para que el coche arranque a pesar de que este tipo de vehículos, se cargan con hidrógeno puro.

El elemento que da vida al coche se almacena en un depósito interno del vehículo. Y al igual que ocurre con los coches de combustión interna, ese depósito se puede recargar en menos de cuatro minutos para obtener una autonomía que también ronda los 700 kilómetros. La distancia da de sobra para recorrer distancias poco habituales, pero el gran problema llega cuando sentimos la necesidad de recargar esa autonomía. A pesar de que España tiene el objetivo de construir una red superior a las 100 hidrogeneras de aquí a 2030, lo cierto es que en la actualidad sólo se conocen tres hidrogeneras públicas (situadas en Madrid, Sevilla y Zaragoza), una cifra que supone la mitad de las instaladas en territorio español. 

Coches de hidrógeno a la venta en España

Los coches de hidrógeno están dando sus primeros pasos en el mercado automovilístico. De ahí que, como hemos dicho, únicamente existan tres coches de hidrógeno a la venta en el mundo.

  • Toyota Mirai: fue el pionero de una breve lista que entró en producción en serie. Cuenta con 182 CV y parte de un precio de 68.900 euros (sin descuentos) para el acabado Vision, mientras que para el Luxury la cifra asciende hasta los 75.900 euros.
  • Hyundai Nexo: su potencia conjunta es menor, 163 CV en concreto. Su precio es algo más elevado que el anterior, ya que parte de los 74.450 euros, pero este coche tiene una carrocería tipo SUV.
  • Honda Clarity: da una potencia máxima de 177 CV y cuando salió al mercado, su precio partía de los 57.600 euros. 

Concretamente en España sólo se comercializan los dos primeros y un factor determinante para justificar, más allá de los costos de producción, su precio, es que en nuestro país no hay límite de precio como sí ocurre con los eléctricos o los híbridos enchufables. Afortunadamente ambos modelos cuentan con las ayudas del Moves III y los modelos de pila de combustible se pueden beneficiar de entre 4.500 (sin achatarramiento y 7.000 euros con achatarramiento). 

Ventajas de los coches de hidrógeno

  • Cero emisiones: la única emisión de los coches de hidrógeno es vapor de agua, lo que los convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente, especialmente en entornos urbanos.
  • Recarga rápida: a diferencia de las baterías, llenar un depósito de hidrógeno lleva unos minutos, similar a la experiencia de repostar combustible tradicional.
  • Autonomía extendida: los coches de hidrógeno suelen tener una autonomía comparable a los vehículos de combustión interna y a menudo superan a los vehículos eléctricos en este aspecto.

Desafíos y Consideraciones

  • Infraestructura de recarga: es limitada y uno de los desafíos principales. Sin embargo, se están realizando inversiones para expandir esta red.
  • Producción de hidrógeno sostenible: la sostenibilidad real de los coches de hidrógeno depende de la forma en que se produzca el hidrógeno. Su obtención a partir de fuentes renovables es crucial.

Los coches de hidrógeno representan una prometedora alternativa para un futuro más limpio y sostenible en el transporte. Aunque aún enfrentan desafíos, avances continuos en tecnología y una mayor inversión en infraestructuras podrían llevar a una adopción más generalizada de esta forma innovadora de movilidad. La era de los coches de hidrógeno está en marcha, y su impacto en la transformación del transporte es algo que vale la pena seguir de cerca.