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Son muchos los motivos que pueden influir en el cambio de dureza del volante de tu coche, aunque la más habitual pasa por una insuficiencia de líquido de dirección asistida en el circuito. A veces, esto puede suceder o bien porque el sistema tenga una fuga o porque el líquido de dirección esté muy espeso.

Lo cierto es que, aunque sea una avería muy habitual, no deja de ser un problema y se tiene que subsanar de inmediato. Recuerda que el volante es uno de los elementos del vehículo más importantes por lo que es muy importante garantizar su buen funcionamiento.

Al igual que todos los elementos de tu coche, el volante también se debe revisar en los diferentes mantenimientos y es que conducir un coche mal alineado, con balanceos o con averías que afecten a su dominio, pone en riesgo tu vida y la de muchas personas.

El volante de mi coche se pone duro, ¿qué debo hacer?

La dureza en el volante no es una avería que se pueda notar con antelación, por eso es fundamental conocer las averías que pueden provocar que el volante se ponga duro. Así podrás revisar todos los elementos y asegurarte de que no vas a tener ningún susto al volante mientras conduces. Estas son las causas más comunes:

Fuga de líquido de dirección

Probablemente, una de las causas más habituales pasa por una fuga de líquido de dirección. El sistema no solo puede tener una fuga, también el nivel puede ser insuficiente y no funcionar a la perfección. Si notas que el volante está muy duro al girar, este puede ser el motivo.

Líquido de dirección espeso

Otro de los motivos más comunes es el espesor de este líquido. Se trata de este problema si notas el volante duro al girar, pero el líquido tiene un nivel correcto. El líquido puede llegar a acumular suciedad o incluso “caducar” ya que hay que sustituirlo cada cierto tiempo.

Bomba de la dirección asistida averiada

Ahora que ya conoces dos averías asequibles, vamos a conocer una un poco más compleja. Esta pieza es la encargada de hacer llegar el líquido al sistema de dirección si no puedes girar bien el volante o incluso escuchas algún ruido, prepara el bolsillo porque se puede haber averiado la bomba de dirección.

Cremallera de dirección

Sin duda, otro de los elementos que afectan a la dureza del volante es la cremallera de la dirección. Este elemento conecta el volante con los mecanismos que hacen girar las ruedas. Si notas que el volante se pone duro después de arrancar el coche, pero gira gradualmente con más suavidad mientras conduces, el problema está en la cremallera.

Presión de las ruedas

La presión de las ruedas también puede influir en la dureza del volante, una presión incorrecta puede desencadenar en esta avería o incluso producir un accidente mientras circulas.

 

Sea cual sea la avería de tu coche debes revisar todos los elementos, recuerda que lo más mínimo puede llegar a producir un accidente. Si tu coche tiene más de diez años, lo ideal es que empieces a buscar un coche. En Clicars puedes estrenar coche por mucho menos de lo que piensas y, además, te lo llevamos a casa.