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La red de puntos de carga en gasolineras está creciendo a toda velocidad en España, y cada vez es más fácil encontrar dónde recargar tu coche eléctrico en plena ruta. Repsol, Endesa, Iberdrola y otras compañías han desplegado estaciones de carga rápida y ultrarrápida en muchas áreas de servicio, pero ¡ojo! No todos los enchufes cuestan lo mismo. 

Conocer el coste de carga de un coche eléctrico en gasolineras es clave para evitar sorpresas en el precio final del viaje. Las tarifas de carga eléctrica varían en función del operador, la velocidad de carga y si tienes una suscripción o pagas como usuario ocasional. Mientras que algunos puntos de carga rápida pueden salirte más baratos con planes especiales, otros pueden costar casi tanto como llenar un depósito de gasolina. Antes de salir a carretera, es fundamental hacer una comparativa de precios de carga eléctrica y elegir la mejor opción. 

Tipos de carga y sus precios

Si estás medianamente al día con la movilidad eléctrica, sabrás que hay diferentes puntos de carga con distintas velocidades. Con ello se busca acelerar los tiempos de “repostaje” de los vehículos eléctricos para acercarlos a los de los de combustión interna. Y, como imaginarás, las cargas más veloces son también las más caras. 

Carga normal (lenta): utiliza corriente alterna (CA) y suele ofrecer potencias de hasta 22 kW. Es ideal para cargar el vehículo durante la noche o en estacionamientos prolongados, ya que una carga completa puede tardar entre seis y ocho horas, dependiendo de la capacidad de la batería. 

Carga rápida: emplea corriente continua (CC) y proporciona potencias de alrededor de 50 kW. Permite cargar el 80 % de una batería en, aproximadamente, 30 minutos, lo que la hace adecuada para paradas cortas en ruta donde uno para a tomar un café.

Carga ultrarrápida: también utiliza corriente continua (CC) pero con potencias que pueden alcanzar hasta 350 kW. Con esta modalidad, es posible recargar alrededor del 80 % de la batería en tiempos de 15 a 30 minutos, dependiendo de la capacidad de la batería y de la estación de carga.

Ahora bien, ¿y los precios de estas recargas? Primero de todo, decir que las tarifas pueden variar según la época, ubicación y condiciones específicas de cada estación. Se recomienda consultar las tarifas actualizadas en las aplicaciones o sitios web de los proveedores antes de planificar un viaje. A continuación te ofrecemos una lista de las tarifas del kilovatio hora (kWh) de los proveedores más populares en el país :

  • Repsol: 0,29 euros (normal); 0,39 euros (rápida); 0,446 euros (ultrarrápida).
  • Cepsa (Moeve): 0,60 euros (ultrarrápida).
  • BP: 0,30 euros – 0,69 euros (según tipo de carga).
  • Shell: 0,30 euros – 0,69 euros (según tipo de carga).
  • Galp: 0,30 euros – 0,69 euros (según tipo de carga).

Como puedes ver, los precios son más o menos similares, pero no quita que el conocer las diferencias entre los tipos de carga y los precios asociados en cada estación (algo en lo que te pueden ayudar algunas aplicaciones móviles) te puede ayudar a optimizar tus paradas y a gestionar de manera eficiente el presupuesto de tu viaje en vehículo eléctrico.

cargar coche electrico en gasolinera

Ejemplos prácticos: Coste total de una recarga

Pongamos un caso que sería el más habitual: el coste de cargar un coche eléctrico con una batería de 60 kWh desde el 20 hasta el 80 % de su capacidad (es decir, 60 % de la batería, equivalente a 36 kWh). Para calcularlo es fundamental conocer las tarifas por kWh de los distintos proveedores y tipos de carga, como ya hemos visto más arriba.

Repsol:

  • Carga normal: 36 kWh × 0,29 euros/kWh = 10,44 euros.
  • Carga rápida: 36 kWh × 0,39 euros/kWh = 14,04 euros.
  • Carga ultrarrápida: 36 kWh × 0,446 euros/kWh = 16,06 euros.

Cepsa (Moeve):

  • Carga ultrarrápida: 36 kWh × 0,60 euros/kWh = 21,60 euros.

BP, Shell y Galp:

  • Tarifa mínima (0,30 €/kWh): 36 kWh × 0,30 euros/kWh = 10,80 euros.
  • Tarifa máxima (0,69 €/kWh): 36 kWh × 0,69 euros/kWh = 24,84 euros.

Estos cálculos ilustran cómo el precio de cargar tu coche eléctrico, como el de uno diésel o de gasolina, puede variar significativamente según el proveedor y el tipo de carga que hayas escogido. Por eso reiteramos que el planificar con antelación y comparar tarifas te permitirá optimizar tus gastos y aprovechar al máximo las opciones disponibles en tu ruta.

Comparativa: carga en gasolinera vs. carga en casa

Si tienes un coche eléctrico y un enchufe en casa, estás de enhorabuena. Tu bolsillo te lo va a agradecer. Mientras que en una estación de servicio puedes pagar hasta 0,69 euros/kWh, en casa, con una tarifa valle, el coste puede rondar los 0,07-0,15 euros/kWh. ¿La diferencia? Abismal.

Hagamos cuentas. Para cargar los anteriormente mencionados 36 kWh (del 20 al 80 % de una batería de 60 kWh), en casa podrías pagar entre 2,52 euros y 5,40 euros, mientras que en una gasolinera pagarías desde 10,44 euros (Repsol, carga normal) hasta 24,84 euros (BP, carga ultrarrápida). Es decir, cargar las pilas en casa podría ser hasta 10 veces más barato que hacerlo en ruta.

Eso sí, una vez más, la clave está en planificar. Si puedes recargar por la noche con una tarifa valle, el ahorro se nota. Pero si necesitas rapidez y estás en ruta, los puntos de carga rápida y ultrarrápida son inevitables. Lo ideal sería combinar ambas opciones. Recarga en casa siempre que puedas y usa la carga rápida solo cuando sea necesario. Así, tu coche y tu cartera serán más agradecidos.

Consejos para ahorrar en la carga de tu coche eléctrico

Cargar un coche eléctrico puede ser muy barato… O un poco más caro, según dónde y cómo lo hagas. Pero no te preocupes, porque hay maneras de reducir la factura y aprovechar cada kWh al máximo. Aquí van algunos consejos para que tus recargas sean más económicas y eficientes.  

Encuentra los puntos de carga más baratos: no todos los cargadores cuestan lo mismo, así que antes de enchufarte, compara precios. Usa apps como Electromaps, PlugShare o Google Maps, donde los usuarios comparten tarifas actualizadas y sus experiencias. También es recomendable revisar las webs de los operadores, ya que algunos ofrecen precios más bajos en ciertas ubicaciones o franjas horarias.  

Aprovecha descuentos y programas de fidelidad: muchas empresas tienen tarifas especiales para clientes registrados. Por ejemplo, BP, Repsol, Cepsa, Shell o Endesa X ofrecen planes de suscripción que pueden reducir el precio por kWh si cargas con frecuencia en sus estaciones. Además, algunas compañías eléctricas te permiten acumular puntos o descuentos cuando también tienes contratada la luz de tu hogar con ellas.  

Planifica tus recargas en trayectos largos: si vas a hacer un viaje, no dejes las recargas al azar. Consulta el recorrido con antelación y elige paradas estratégicas en cargadores con buena relación precio/potencia. A veces, un punto de carga rápida un poco más lejos puede ser más barato que una ultrarrápida en una gran gasolinera. Además, muchos centros comerciales y hoteles ofrecen carga gratuita o a precios reducidos para los clientes.

Carga en horarios más baratos: si puedes cargar en casa, usa tarifas con discriminación horaria y enchufa tu coche en horas valle (normalmente de madrugada). Y si necesitas carga pública, busca estaciones que ofrecen tarifas reducidas en horarios nocturnos o fines de semana.  

En resumen, con un poco de planificación y las herramientas adecuadas, puedes ahorrar bastante en cada carga. Y recuerda: un coche eléctrico no solo es más ecológico, sino que bien gestionado, también es más económico. A conducir con cabeza y con la batería llena.

¿Vale la pena cargar el coche eléctrico en las gasolineras?

Si hay algo que queda claro es que la recarga de un coche eléctrico no tiene un único precio ni una única estrategia. Para quienes pueden cargar en casa con tarifas valle, el ahorro es innegable y convierte al eléctrico en una opción muy rentable a largo plazo. Pero para los que dependen de puntos de carga pública, el coste puede variar tanto que conviene afinar bien la planificación.

El tipo de uso del vehículo también marca la diferencia. Si solo lo usas en ciudad y puedes cargar en casa o en el trabajo, apenas notarás el gasto. En cambio, si haces viajes largos con frecuencia, necesitarás recurrir a la carga rápida en carretera, y ahí es donde el precio puede dispararse. En esos casos, comparar tarifas y aprovechar descuentos es clave para que la comodidad no se traduzca en una factura elevada.

Al final, la clave está en encontrar ese equilibrio entre la conveniencia y el precio. Un coche eléctrico puede ser una inversión inteligente, siempre que tengas claro dónde y cómo vas a cargarlo. Con un poco de planificación, puedes disfrutar de todas sus ventajas sin que tu bolsillo lo sufra. Y si la infraestructura sigue mejorando, cada vez será más fácil y accesible para todos.