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El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), comúnmente conocido como el “impuesto de circulación” y coloquialmente nombrado como “el numerito”, es una obligación fiscal que deben cumplir los propietarios de vehículos en España. Este tributo, de carácter municipal, grava la titularidad de los vehículos aptos para circular por las vías públicas.
¿Qué es el IVTM?
El IVTM es un impuesto directo, real y periódico que deben abonar los titulares de vehículos de tracción mecánica. Su regulación se encuentra en los artículos 92 a 99 del Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, que aprueba el texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. La gestión y recaudación de este impuesto corresponde a los ayuntamientos, lo que implica que su cuantía puede variar según el municipio.
¿Cómo se calcula el IVTM?
La cuota del IVTM se determina en función de diversos factores, dependiendo del tipo de vehículo:
- Turismos: se basa en la potencia fiscal del vehículo (visible en la ficha técnica).
- Motocicletas y ciclomotores: se considera la cilindrada.
- Camiones y remolques: se calcula según la carga útil.
- Autobuses: se tiene en cuenta el número de plazas.
Los ayuntamientos pueden aplicar un coeficiente multiplicador sobre las tarifas mínimas establecidas por ley, con un máximo de dos, lo que permite ajustar el impuesto a las necesidades fiscales locales.

Excepciones y particularidades según el tipo de motor
El IVTM, aunque se aplica de forma general a todos los vehículos matriculados y aptos para circular, tiene algunas excepciones y peculiaridades según el tipo de motor. Estas se derivan de su potencia fiscal, un valor que no siempre refleja la potencia real del motor, sino que responde a una fórmula establecida por el Estado.
Motores rotativos (Wankel)
Los motores rotativos, como los famosos Mazda RX-7 o RX-8, utilizan un sistema diferente al de los motores de pistón convencionales. Su gran particularidad es que, a efectos fiscales, no se calcula bien su potencia fiscal real, ya que su desplazamiento volumétrico no se traduce de forma directa como en un motor tradicional.
La ley no contempla un coeficiente específico para motores Wankel, lo que puede hacer que estén infra o sobredimensionados en el cálculo del IVTM. En la práctica, se aplica el mismo criterio que con los motores de pistones: se multiplica el desplazamiento del rotor por un factor (habitualmente 2) para estimar su cilindrada efectiva, pero no existe una normativa estatal clara que lo regule específicamente.
Resultado: los propietarios pueden enfrentarse a interpretaciones dispares por parte de los ayuntamientos. Algunos aplican el impuesto como si fuera un motor atmosférico de baja cilindrada, otros usan criterios más exigentes.
Vehículos eléctricos (BEV)
Los eléctricos puros (BEV) son los más favorecidos: pueden disfrutar de bonificaciones de hasta el 75 % o incluso exenciones totales según el municipio, al no tener un propulsor de combustión, su potencia fiscal es difícil de aplicar, por lo que se basan en la potencia real en kW, adaptándola a tablas locales. Y en ciudades como Barcelona o Madrid, los eléctricos están exentos o casi exentos del IVTM.
Híbridos (HEV/PHEV)
Los híbridos enchufables (PHEV) y no enchufables (HEV) no están automáticamente exentos, pero pueden beneficiarse de bonificaciones. Muchos ayuntamientos ofrecen reducciones del 50 % o más si el híbrido cumple ciertos requisitos (véanse emisiones, autonomía eléctrica, clasificación DGT “ECO”). En todo caso, no hay exención estatal automática: depende de cada municipio.
Vehículos de hidrógeno y otros combustibles alternativos
Los vehículos propulsados por hidrógeno (FCEV), gas natural (GNC/GNL) o GLP (gas licuado del petróleo), en algunos municipios, como Valencia o Zaragoza, tienen descuentos del 50 % o más. Estos vehículos también pueden tener la etiqueta “0 emisiones” o “ECO”, lo que facilita bonificaciones similares a las de los eléctricos o híbridos.
Vehículos históricos o clásicos
Si tienen más de 30 años desde la fecha de su primera matriculación y están catalogados como históricos, pueden estar exentos totalmente del IVTM (según el artículo 95.6 del RDL 2/2004). Pero ojo, no basta solo con que el coche sea antiguo, debe estar registrado como vehículo histórico en la Jefatura de Tráfico.

¿Por qué unos coches pagan más que otros?
La cuantía del IVTM varía en función de las características técnicas del vehículo. Por ejemplo, un turismo con mayor potencia fiscal pagará más que uno con menor potencia. Asimismo, los vehículos de mayor cilindrada o capacidad de carga suelen tener una cuota más elevada. Además, los ayuntamientos pueden establecer bonificaciones o recargos en función de criterios medioambientales, antigüedad del vehículo o tipo de carburante.
Bonificaciones y exenciones
La ley permite a los ayuntamientos otorgar bonificaciones en el IVTM, tales como:
- Hasta el 75 % para vehículos que utilicen carburantes menos contaminantes o tecnologías que reduzcan las emisiones.
- Hasta el 100 % para vehículos históricos o aquellos con una antigüedad mínima de 30 años.
Estas bonificaciones buscan incentivar el uso de vehículos más respetuosos con el medio ambiente y preservar el patrimonio automovilístico.
Trucos para que el IVTM salga más barato
Revisar las bonificaciones locales: algunos ayuntamientos ofrecen descuentos adicionales por domiciliación bancaria o por pertenecer a determinados colectivos.
Optar por vehículos ecológicos: los coches eléctricos o híbridos suelen beneficiarse de reducciones significativas en el IVTM.
Consultar las ordenanzas municipales: cada municipio puede tener normativas específicas que afecten al cálculo del impuesto.
Multas y sanciones
El impago del IVTM puede acarrear recargos, intereses de demora y, en última instancia, el embargo del vehículo. Además, en ciudades como Madrid, la falta de pago del IVTM puede impedir la obtención de la etiqueta ambiental de la DGT, restringiendo la circulación en zonas de bajas emisiones y exponiendo al conductor a multas de hasta 200 euros.
El IVTM es un impuesto que, aunque gestionado a nivel local, tiene un impacto directo en todos los propietarios de vehículos en España. Conocer su funcionamiento, las posibles bonificaciones y las consecuencias del impago es esencial para evitar sorpresas y optimizar nuestra carga fiscal. Además, estar al tanto de las actualizaciones normativas y las políticas municipales puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas respecto a la adquisición y mantenimiento de nuestros vehículos.
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