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El verano puede hacer que un coche eléctrico tenga un consumo extra sin que se cambie nada en la forma de conducir. Esto no sucede porque esté mal diseñado, sino porque el calor y la autonomía del coche eléctrico no siempre se llevan bien, y es su forma de dar una respuesta inteligente para cuidar de sus componentes. Sin embargo, si no sabes cómo funciona, puedes llevarte una sorpresa en plena carretera. Nuestro objetivo es ayudarte a entender por qué el calor afecta al rendimiento, cómo puedes evitarlo y qué coches eléctricos están mejor preparados para el verano.
¿Hay que cuidar más los coches cuando suben las temperaturas?
¡Rotundamente sí! El calor no solo hace que sudes tú, sino que también lo hacen los coches, sobre todo si son eléctricos porque la batería, que es su corazón, es especialmente sensible a las altas temperaturas. ¿Qué pasa entonces? Que el sistema tiene que trabajar más para refrigerarse, y eso supone un gasto de energía extra que afecta directamente al rendimiento.
Además, si el coche está expuesto al sol durante muchas horas o se utiliza el aire acondicionado de forma intensiva, todo se multiplica. A estos puntos clave se suman otros efectos indirectos del calor sobre el vehículo:
- Aumento de presión en los neumáticos: el calor dilata el aire interior y puede alterar la adherencia y eficiencia del vehículo. De ahí que sea conveniente revisarlos con más frecuencia en verano.
- Mayor desgaste del sistema de frenos: sobre todo suele ocurrir en trayectos largos o zonas montañosas, ya que las temperaturas elevadas aumentan la fricción y reducen su eficacia.
- Sensores y sistemas electrónicos más expuestos: un coche eléctrico moderno tiene una gran cantidad de sensores y centralitas electrónicas que, si se recalientan, pueden fallar momentáneamente o funcionar con errores.
Por eso, cuidar el coche en verano no es una opción, sino una necesidad. Cosas tan simples como aparcar a la sombra, revisar los niveles de carga, evitar acelerones bruscos y mantener una conducción suave pueden marcar una gran diferencia. Piensa que si cuidas el coche eléctrico con cabeza, sobre todo en los días de más calor, prolongarás la vida útil de todos sus componentes. Eso, a la larga, significa menos visitas al taller y más ahorro en tu bolsillo.
Calor y coches eléctricos
La combinación de calor y coches eléctricos no siempre hacen buena pareja, aunque a simple vista no lo parezca. No se trata de que pienses que tu coche se va a derretir al sol ni de que tengas que tenerlo apagado todo agosto en el garaje, pero sí hay detalles importantes que conviene tener en cuenta. Lo importante no es el calor en sí, sino cómo responde el vehículo para protegerse de las temperaturas extremas, y ahí es donde empieza el consumo extra de energía. Como hemos dicho anteriormente, cuando el termómetro se dispara, el coche entra en modo defensivo activando sistemas de protección y ajustando su rendimiento…y todo eso se nota.
Uno de los elementos que más influye es el uso del aire acondicionado. Cuando la temperatura exterior supera los 30 °C, mantener el interior del vehículo climatizado implica un consumo constante de energía. Se estima que el aire acondicionado puede llegar a consumir entre 1 y 1,5 kWh por hora. Esto significa que, en un atasco o trayecto urbano, puede suponer una pérdida de hasta 8 km de autonomía por cada hora con el aire encendido. Y claro, esa energía no sale del aire acondicionado, sino directamente de la batería.
Pero ahí no acaba la historia, pues los coches eléctricos en verano también tienen que invertir energía en proteger lo más valioso: la batería. Los modelos actuales están equipados con un sistema inteligente llamado BMS (Battery Management System), que se encarga de activar ventiladores o la refrigeración líquida para mantener la temperatura dentro de márgenes seguros. Esa autodefensa es clave para evitar sustos… pero también requiere energía.
Y si hablamos de recargar, ojo: el calor también puede complicar las cosas. Cuando la batería está muy caliente, el coche reduce la velocidad de carga para protegerla. A veces incluso ni siquiera llega al 100 %. Por eso, enchufarlo al sol en plena ola de calor puede ser una mala idea. Nuestra recomendación en esos casos es buscar sombra o esperar a que baje la temperatura exterior.
¿Cómo afecta el calor a la autonomía del coche eléctrico?
Tal y como ya hemos dicho, el calor no solo afecta al confort interior del coche, sino que tiene un impacto real en su capacidad para recorrer kilómetros. En otras palabras: cuanto más calor hace, menor es la autonomía del coche eléctrico. No obstante, esto no se debe a un único factor, sino a varios elementos que se combinan. Vamos a ver cifras aproximadas:
- A 27 °C, las pérdidas son muy ligeras: entre un 2 % y un 5 %. Por ejemplo, si tu coche tiene 300 km de autonomía, podrías perder entre 6 y 15 km.
- A 32 °C, esa pérdida puede situarse entre 5 % y 10 %, es decir, entre 15 y 30 km menos en ese mismo coche.
- A 38 °C o más, la pérdida puede dispararse hasta un 30 %, dependiendo del modelo. Esto supondría perder hasta 90 km en un trayecto largo con el aire acondicionado funcionando y condiciones extremas.
¿Y por qué pasa esto? Aquí te lo explicamos bien:
- Mayor uso del aire acondicionado: cada grado menos que quieres en el interior del coche supone un mayor esfuerzo para el sistema. Esa energía sale de la batería, por lo que afecta directamente a la autonomía.
- Disminuye la eficiencia de las baterías de litio: cuando una batería se calienta demasiado, no trabaja igual de bien. Su rendimiento baja y necesita más esfuerzo para realizar las mismas tareas.
- El sistema de refrigeración se activa constantemente: el coche intenta mantener la batería en la temperatura ideal. Por eso en días muy calurosos utiliza parte de la carga para autoprotegerse. ¿Cómo lo hace? Activando ventiladores internos, bombas de refrigeración líquida o incluso reduciendo temporalmente la potencia de carga y descarga para evitar que las celdas de la batería alcancen temperaturas críticas. Esta gestión térmica inteligente, aunque consume energía, es clave para evitar daños y mantener la seguridad del sistema eléctrico.
- Cargas menos eficientes: cuando el calor es muy alto, el proceso de carga puede ser más lento y menos eficaz. Incluso podrías notar que la carga no llega al 100 % tan fácilmente. Esto sucede porque las baterías de iones de litio tienen un rango óptimo de temperatura para cargarse con eficiencia. Si la batería está demasiado caliente, el sistema de gestión limita la velocidad y capacidad de carga para evitar daños. Esto hace que el coche tarde más en cargarse y, en algunos casos, detenga la carga antes de alcanzar el 100 % para proteger la salud del sistema.
Aunque todo esto puede sonar alarmante, en realidad no lo es, pues los coches eléctricos modernos están diseñados para gestionar estas situaciones con inteligencia. De hecho, su sistema de control prioriza proteger la batería antes que mantener la máxima autonomía, algo que es clave para la durabilidad del vehículo.
¿Dónde encontrar los mejores coches eléctricos reacondicionados?
Si ya estás valorando dar el paso al eléctrico, seguro que te preguntas cuáles son los modelos más preparados para rendir bien también en verano. En esto, la clave está en elegir vehículos con buena gestión térmica, refrigeración activa y una batería eficiente y cuidada.
En Clicars te lo ponemos muy fácil. Nuestra selección de coches eléctricos reacondicionados incluye modelos revisados al detalle, con sistemas de batería en perfecto estado y listos para afrontar el calor sin sustos. Todos pasan por más de 250 puntos de control, incluyendo los que influyen directamente en la autonomía: refrigeración, electrónica y capacidad de carga.
¿Quieres nombres propios? Como expertos en el sector, te recomendamos que tengas en cuenta:
- El Tesla Model Y o el Hyundai Kona son apuestas seguras, con sistemas de refrigeración más avanzados.
- Modelos como el Fiat 500e o el Nissan Leaf, con refrigeración pasiva, pueden verse algo más afectados por el calor.
- Si buscas una opción equilibrada y asequible, echa un ojo al Renault Zoe o el Kia e-Niro.
Todos tienen etiqueta ECO o CERO, buena autonomía y garantía incluida, y lo mejor es que puedes hacer toda la gestión desde casa: comparar, hablar con un asesor y recibir tu coche directamente en tu puerta. Aunque si eres de los que prefieren ver el coche en persona antes de decidir, también puedes pasarte por alguno de nuestros centros.
Como ves, el calor y la autonomía del coche eléctrico están más conectados de lo que quizá imaginabas, pero no hay razón para alarmarse. Esperamos que con la información de este artículo sepas cómo anticiparte a las condiciones para mantener el rendimiento incluso en pleno agosto. Recuerda que se puede ser eficiente, sostenible y disfrutar de la carretera sin renunciar a nada. Así que si estás pensando en dar el paso al eléctrico, hazlo con confianza. ¡Entra en nuestra web ahora!
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