Índice de contenidos
Las bajas temperaturas no solo afectan a nuestra forma de conducir, sino también a cómo responde el coche. Por eso, cuando llega el frío, hay muchas personas que se preguntan si baja mucho la autonomía de los coches eléctricos. En este artículo te vamos a contar qué pasa con la batería de estos vehículos en invierno, qué dicen los estudios y qué puedes hacer tú en esa estación para evitar sustos con la carga.
Breve introducción al funcionamiento de los coches eléctricos
Antes de entrar en datos y consejos, conviene que repasemos cómo funcionan los coches eléctricos y qué papel juega la batería en todo esto, ya que al hablar de autonomía, lo primero es entender de dónde sale esa energía y cómo se gestiona.
El sistema es más sencillo de lo que parece: no hay marchas, ni embrague, ni depósitos de combustible. Solo un motor silencioso y potente, que se encarga de mover el coche aprovechando al máximo la energía eléctrica disponible.
A diferencia de los coches tradicionales, que queman combustible para moverse, los vehículos eléctricos funcionan gracias a una batería de iones de litio, que alimenta al motor eléctrico. Esa batería se carga cuando se conecta a la red eléctrica, bien en casa o bien en un punto de carga público, y es la que determina su respuesta general en carretera.
También influye en el rendimiento del vehículo en invierno, ya que el comportamiento de la batería depende directamente de la temperatura exterior: cuanto más frío hace, más le cuesta alcanzar su punto óptimo de funcionamiento. De hecho, estas baterías trabajan mejor a temperaturas suaves, entre 15 y 25 grados. Por eso, cuando el termómetro baja, su eficiencia suele disminuir y ahí es donde empieza a notarse una menor duración de la batería en coches eléctricos.
Además, otros sistemas, como la calefacción, también tiran de esa batería. Es decir, todo lo que uses en el coche afectará, de una manera u otra, a su eficiencia energética. No obstante, no debes preocuparte porque esto tiene solución.
Factores que afectan a la autonomía de los coches eléctricos
Ahora que ya sabes cómo funciona un coche eléctrico, toca hablar de todo lo que puede influir en los kilómetros que puedes recorrer con una sola carga.
Temperatura exterior
Empezamos por el protagonista del artículo: el frío. Como ya hemos adelantado, las bajas temperaturas reducen la eficiencia de la batería, haciendo que esta pierda capacidad temporalmente. Es como si tuvieras menos ‘combustible eléctrico’ disponible.
Como es de esperar, esto afecta directamente a la duración de la batería, sobre todo si el vehículo ha pasado la noche en la calle, sin protección térmica. Si a eso le sumas arrancarlo en frío, el descenso de la autonomía puede ser notable. Como puedes ver, ¡el binomio frío y coche eléctrico es, sin duda, uno de los grandes retos de la movilidad eléctrica!
Uso de climatización y sistemas eléctricos
Cuanto más frío hace, más usamos la calefacción, los asientos térmicos, el volante calefactable… y todo eso tira de la batería, además de que el coche necesita energía adicional para calentar sus propios componentes, como el sistema de propulsión o la batería misma.
Esto quiere decir que el rendimiento en invierno de los coches eléctricos no solo dependerá de cuánto conduces, sino también de lo que usarás dentro del coche mientras lo haces.
Estilo de conducción
Aquí no hay diferencia con un coche de combustión. Conducir un coche eléctrico de forma agresiva, con acelerones o frenazos constantes, consumirá más energía; sin embargo, en un eléctrico, esa pérdida de eficiencia se nota más rápido.
Por ello, te recomendamos llevar el coche de forma suave, anticipándote siempre a las frenadas y manteniendo una velocidad constante.
Tipo de trayecto
Los coches eléctricos rinden mejor en trayectos largos y estables, como en carretera. En cambio, los trayectos urbanos cortos, con muchas paradas, semáforos o tráfico denso, impiden que el coche mantenga su temperatura ideal de funcionamiento. Esto hace que, en invierno, la batería trabaje a menos rendimiento y la eficiencia energética se resienta.
Si en tu día a día sueles hacer desplazamientos urbanos muy breves, te conviene aprender a compensar esa pérdida de energía con buenos hábitos… pero de eso hablamos enseguida.
El frío y el coche eléctrico: Cifras y datos
Ya hemos visto que el frío afecta al rendimiento de los eléctricos, pero… ¿Cuánto exactamente? ¿Estamos hablando de una pequeña pérdida o de un bajón considerable? Aquí te damos datos reales para que puedas valorarlo por ti mismo.
¿Cuánta autonomía se pierde con frío?
Los estudios lo dejan claro: cuando el termómetro baja, la batería sufre. En condiciones invernales, la autonomía puede reducirse entre un 15 % y un 40 %, dependiendo de aspectos como el modelo del coche o el uso de sistemas eléctricos, como la calefacción.
Por ejemplo, algunas pruebas realizadas con ciertos modelos, como el Audi e-tron, han mostrado una pérdida del 16 % en climas fríos, mientras que otros vehículos han llegado a perder más del 25 %. ¿A qué se debe esta diferencia? Principalmente a tres factores: la capacidad y tecnología de la batería, el aislamiento térmico del vehículo y el estilo de conducción.
Si, por ejemplo, circulas por la ciudad con muchas paradas, haces trayectos cortos y, además, llevas la calefacción al máximo, perderás mucha más autonomía que si haces trayectos largos y constantes por carretera. Como ves, la combinación de frío y coche eléctrico sigue siendo uno de los grandes retos de la movilidad sostenible.
¿A qué temperaturas empieza a notarse?
La mayoría de fabricantes coinciden en que las baterías de iones de litio rinden peor por debajo de los 10 °C, y la caída de eficiencia se acentúa claramente bajo los 0 °C.
Según algunos estudios realizados, por cada grado que baja la temperatura desde los 20 °C, la autonomía puede disminuir entre un 1 % y un 1,5 %. Esto significa que, a -5 °C, un coche eléctrico puede perder entre un 25 % y un 37 % de su autonomía, ¡y todo sin ni siquiera haber encendido la calefacción!
¿Y qué pasa al cargar el coche?
Otro aspecto a tener en cuenta en invierno es la velocidad de carga. Cuando hace frío, la batería tarda más en cargarse completamente, sobre todo si se utiliza un punto de carga rápido. ¿Por qué? Porque el propio sistema necesita calentar la batería primero para que acepte la energía de forma segura y eficiente.
Además, si cargas el coche tras haber estado muchas horas a la intemperie, es probable que el sistema active funciones internas para calentar la batería y, por tanto, reduzca ligeramente la cantidad de energía que llega directamente a la carga útil.
Consejos y criterios para conducir un coche eléctrico con frío
Que baje la temperatura no significa que tengas que preocuparte cada vez que sales con tu coche eléctrico. Solo necesitas saber cómo prepararte para el invierno y adoptar algunos hábitos que te ayudarán a mantener la autonomía y alargar la vida útil de la batería. Aquí te damos algunos trucos prácticos para que el frío no te juegue una mala pasada.
Preacondiciona el coche mientras está enchufado
Antes de arrancar, enciende la calefacción mientras el coche sigue conectado a la corriente. Así, la batería no gastará energía de su reserva para calentar el habitáculo y los sistemas del vehículo. Muchos coches eléctricos permiten hacerlo desde la app móvil, de modo que, si tienes la opción, podrías programarlo desde casa y salir con todo a punto.
Conduce de forma suave y constante
No es ningún secreto: conducir un coche eléctrico de forma agresiva dispara el consumo de batería, sobre todo en invierno. Para optimizar su uso, recuerda evitar acelerones, frenar con antelación y utilizar el modo de conducción Eco, si tu modelo de coche te lo permite.
Además, es conveniente que aproveches la frenada regenerativa, sistema que convierte parte de la energía que se genera al frenar en electricidad, devolviéndola a la batería. Es decir, cada vez que levantas el pie del acelerador o pisas suavemente el freno, el coche recupera algo de energía.
Usa la calefacción de forma inteligente
La calefacción tradicional consume bastante energía, así que, si tu coche los incorpora, es preferible que utilices elementos más eficientes, como los asientos o el volante calefactables. Estos calientan rápido, consumen menos y mantienen la comodidad sin penalizar tanto la batería.
No dejes que la batería se enfríe demasiado
Siempre que puedas, aparca en lugares cerrados o protegidos del frío, como un garaje. Esto evitará que la batería se enfríe en exceso y tenga que usar energía extra para calentarse al arrancar. Si no tienes garaje, una funda térmica para el parabrisas y una planificación adecuada te ayudarán.
Planifica rutas y puntos de carga
En invierno, la planificación es clave. Así, es importante que tengas claro cuántos kilómetros vas a recorrer en cada viaje y dónde puedes recargar si lo necesitas. Para ello, puedes usar apps como Electromaps, Chargemap o Google Maps para encontrar cargadores compatibles cerca de ti.
Como ves, el frío no es enemigo de los coches eléctricos, pero sí un factor a tener en cuenta. Por suerte, con los trucos que hemos expuesto en este artículo se puede evitar que las temperaturas afecten a la autonomía de coches eléctricos. En caso de que quieras dar un salto a la movilidad eléctrica, en Clicars encontrarás una gran selección de coches eléctricos seminuevos, revisados y listos para enfrentarse al invierno. ¡Entra ahora en nuestra web y elige el tuyo!
[sibwp_form id=13]



