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Durante más de dos décadas, Renault y Nissan han compartido una historia de colaboración única en el mundo de la automoción. No se trata solo de una relación entre fabricantes de coches, sino de una de las alianzas automotrices más influyentes a nivel global. Sin embargo, los últimos años han traído cambios importantes. ¿Sigue vigente esta alianza? ¿Qué ocurrió en 2025 en la India y cómo afecta al futuro de ambas compañías? En este artículo desgranamos los puntos clave de esta relación, además de hablar de su transformación reciente y todo lo que ello implica para el sector.
Renault y Nissan, una alianza desde 1999
Desde finales del siglo XX, la alianza Renault-Nissan ha sido una referencia en el mundo del motor. En 1999, Renault adquirió el 36,8 % de Nissan, ya que esta última atravesaba un momento financiero complicado. Así nació una unión automotriz que permitió que ambas marcas sumaran fuerzas más allá de lo técnico. Hablamos de compartir desde motores hasta ideas comerciales, de diseño e incluso planes de expansión. ¿Un ejemplo fácil?
El motor HR12, que se montó tanto en modelos Nissan como en Renault, fue posible gracias a esta alianza. También se pudieron ver coches como el Nissan Note o el Renault Modus, que, aunque con estilos distintos, compartían las mismas soluciones interiores pensadas para el día a día: espacio, accesibilidad y comodidad sin encarecer el precio.
Del mismo modo, crearon un comité conjunto que simplificaba trámites en distintos países, algo fundamental para lanzar un coche con garantías. Con relación a la parte comercial, lanzaron campañas coordinadas en algunos países, como Brasil o Indonesia, donde Renault aprovechaba su red industrial y Nissan su conocimiento local. Esa forma de trabajar en equipo fue, durante muchos años, una de sus grandes ventajas competitivas.
Gracias a este vínculo industrial, se optimizó la producción y se redujeron costes, con lo que se pudieron sacar al mercado coches más competitivos y hacer que ambas marcas tuvieran una capacidad de expansión global mayor. Además, como compartían plantas y centros de desarrollo tecnológico y logística, se redujeron los tiempos de lanzamiento de nuevos vehículos.
La incorporación de Mitsubishi a la alianza
En 2016, la alianza dio un paso más y sumó un nuevo compañero de viaje: Mitsubishi Motors. Esta incorporación supuso la creación de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que pasó a competir directamente con los gigantes del sector como Toyota y Volkswagen. A su vez, se generó una presencia global mucho más fuerte, sobre todo en Asia, donde Mitsubishi tenía una red comercial y una base de clientes muy potentes.
Gracias a esta unión, las tres marcas pudieron compartir aún más recursos, diversificar su oferta y reforzar su posición en mercados clave como el sudeste asiático, América Latina y Europa.
No obstante, no todo fueron buenas noticias. A partir de 2020 comenzaron a notarse los primeros signos de desgaste y a aparecer tensiones internas. Las diferencias culturales salieron a la luz, las estrategias ya no coincidían del todo y los nuevos directivos tenían ideas distintas sobre el futuro del automóvil. En definitiva, lo que durante unos años funcionó perfectamente, comenzó a tambalear la relación entre las compañías.
Estas diferencias no estallaron de inmediato, pero fueron minando la toma de decisiones conjunta. Para cuando llegó la reestructuración de 2024, de la que hablaremos en el siguiente apartado, Mitsubishi optó por implicarse de forma más discreta, enfocándose en sus propias prioridades y reduciendo su responsabilidad en la estrategia común.
Aun así, no se puede negar lo que consiguieron juntos. En sus mejores momentos, vendieron más de 10 millones de coches al año, crearon una red industrial global y sirvieron de ejemplo a muchas otras empresas. Aunque hoy la alianza ya no funciona igual que antes, sigue siendo uno de los grandes referentes cuando se habla de acuerdos de empresas de automoción.
¿Fue realmente 2024 el fin de la alianza Renault-Nissan?
En 2024, comenzaron a sonar titulares en la prensa internacional sobre la ‘ruptura’ entre Renault y Nissan. Sin embargo, más que una separación definitiva, fue realmente una transformación que permitió a ambas marcas seguir en movimiento, pero con más libertad.
Ambas compañías decidieron reducir sus participaciones cruzadas al 15 %, renunciando al antiguo esquema de control compartido. Por ejemplo, Nissan se desvinculó del compromiso de invertir en Ampere, la nueva división de coches eléctricos de Renault. No obstante, eso no significaba que cortaran la comunicación. Al contrario, fue un reajuste estratégico donde empezaron a colaborar de una forma más práctica y flexible.
Este cambio permitió que tuvieran mayor independencia operativa, especialmente a Nissan, que buscaba reducir su dependencia del grupo francés. Aunque se eliminó el antiguo modelo de ‘compras globales conjuntas’, siguen haciendo proyectos de forma compartida. Así, trabajan codo con codo en proyectos estratégicos, compartiendo ideas, recursos y visión de futuro.
¿En qué ha consistido el rescate de Nissan realizado por Renault en la India?
A finales de marzo de 2025, se hizo oficial un movimiento que sorprendió a muchos: Renault anunció que se quedaba con el 51 % del negocio industrial y el 100 % de la red comercial local que compartía con Nissan en la planta conjunta de Chennai, India. ¿Qué significa esto? Básicamente, Renault tomó el control total de la fábrica que ambas marcas gestionaban en India, además de quedarse con la gestión directa de sus operaciones comerciales en ese país.
Esta decisión ha sido interpretada por muchos analistas del sector como un auténtico rescate industrial porque se piensa que Renault no solo ha salvado la operación conjunta, sino que también le ha quitado a Nissan el peso de tener que gestionar una fábrica en un país donde ya no tenía planes de crecimiento inmediato.
Actualmente, la marca japonesa está centrando sus esfuerzos en reforzar su presencia en regiones como Japón, Estados Unidos y el sudeste asiático con nuevas inversiones en movilidad eléctrica. Por eso, mantener el control operativo total en la India no era su foco principal en este momento. Renault, en cambio, vio ahí una oportunidad para reforzarse y aprovechar todo el potencial de esa planta.
No obstante, aunque Nissan ya no esté al mando de la operación, seguirá usando la planta como cliente para fabricar modelos clave, como el Magnite, que sigue teniendo buena acogida en la región.
Con relación a Renault, la compañía ya ha confirmado que fabricará en esa planta su nuevo modelo eléctrico de bajo coste, el Twingo EV. Este vehículo, que se espera que tenga un precio de unos 20 000 euros, está pensado específicamente para mercados emergentes, como el indio, donde la demanda de coches eléctricos asequibles está creciendo rápidamente.
Este modelo de coche no solo se quedará en la India, sino que se espera que se exporte a otros mercados de Asia y África, convirtiéndolo en una pieza clave dentro de la estrategia global de Renault.
Este movimiento en India es solo un ejemplo de cómo Renault y Nissan siguen colaborando, aunque de forma distinta a la del pasado. Entonces, ¿cómo es su relación ahora mismo? ¡Vamos a verlo en el siguiente apartado!
¿Cuál es la actual relación entre ambas compañías y qué acuerdos de empresas de automoción mantienen?
Después de todos los cambios vividos en los últimos años, muchos se preguntan si siguen Renault y Nissan trabajando juntos o si cada empresa va por su lado. Pues bien, aunque el modelo tradicional de alianza ya no es el mismo, las dos marcas siguen unidas por acuerdos puntuales. En esta sección explicamos cómo es hoy su relación y qué tipo de colaboraciones mantienen activas.
Colaboración en tecnología eléctrica y conectividad
En esta nueva etapa, Renault y Nissan toman las decisiones de forma más independiente, pero sin dejar de buscar sinergias. Por ejemplo, ambas marcas están explorando formas de colaborar en software y conectividad para vehículos eléctricos.
Desarrollo conjunto de plataformas y baterías
También se han planteado colaborar para desarrollar baterías y plataformas modulares. De hecho, Renault lidera el proyecto CMF-B EV, una arquitectura destinada a coches eléctricos urbanos, y Nissan podrá aprovechar esa base para lanzar sus propios modelos con identidad propia. Esto permite a cada marca ahorrar costes de desarrollo sin sacrificar diferenciación de producto.
Acuerdos comerciales estratégicos
Otro ejemplo claro de colaboración son los acuerdos cruzados en mercados donde cada marca tiene más fuerza que la otra. Así, en algunos países de África, por ejemplo, Renault lidera la red logística y de distribución, facilitando la entrada de modelos Nissan. En otros, es Nissan quien apoya la expansión de Renault.
En conclusión, esperamos que el análisis de este artículo sirva para comprender que la alianza que tienen Renault y Nissan permite que ambas compañías miren al futuro automovilístico con independencia, pero sin perder de vista lo que pueden construir juntas. ¡En Clicars contamos con un amplio catálogo para que encuentres tu vehículo favorito sin complicaciones!