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Las etiquetas ambientales son una herramienta creada por la Dirección General de Tráfico (DGT) utilizada en España para clasificar y conocer de un vistazo el “nivel de contaminación” de cada vehículo en función de sus emisiones. Estas etiquetas son asiganadas según el tipo de motorización y las emisiones de cada vehículo con la idea de regular el tráfico y de reducir la contaminación atmosférica en las ciudades.

¿Qué son las etiquetas ambientales? ¿Para qué sirven?

El propósito principal de las etiquetas ambientales de la DGT es facilitar la identificación de los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y promover su uso en áreas urbanas. Esto se logra estableciendo unas políticas de acceso y circulación diferenciadas en función del distintivo de cada vehículo. 

Por ejemplo, en grandes urbes como Madrid y Barcelona, se implementan zonas de bajas emisiones (ZBE) donde solo pueden circular vehículos con etiquetas ambientales específicas, mientras que aquellos con etiquetas más contaminantes tienen restricciones de acceso y/o están sujetos a mayores tasas de estacionamiento. Esta iniciativa, que tiene como objetivo buscar la neutralidad en emisiones de carbono en las próximas décadas, se irá aplicando a todas aquellas localidades con una población superior a 50.000 habitantes.

Como tal, la importancia de las etiquetas ambientales radica en su capacidad para reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad del aire, aludiendo a beneficios significativos para la salud pública y el medio ambiente. Al limitar la circulación de vehículos altamente contaminantes y fomentar el uso de formas de transporte más limpias, los distintivos de Tráfico contribuyen a la mitigación de problemas como la contaminación del aire, el cambio climático y las enfermedades respiratorias relacionadas con la polución.

Tipos de etiquetas y su significado

En España, las etiquetas ambientales se clasifican en distintas categorías según el tipo de vehículo y las emisiones contaminantes generadas por su tren motriz. Actualmente, existen cuatro tipos principales de etiquetas, cada una identificada por un color y un distintivo que indican el nivel de contaminación del vehículo. A continuación, describimos brevemente los tipos de etiquetas y su significado:

Etiqueta Cero (azul): esta es para vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV) e híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible de hidrógeno (FCEV).

Etiqueta Eco (verde y azul): esta etiqueta es para vehículos híbridos no enchufables (HEV), propulsados por gas natural (CNG) o gas licuado del petróleo (GLP), así como vehículos con tecnología híbrida enchufable (PHEV) con una autonomía inferior a 40 kilómetros.

Etiqueta C (verde): está dedicada a vehículos con motor de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y vehículos diésel matriculados a partir de enero de 2014.

Etiqueta B (amarilla): destinada a vehículos con propulsores de gasolina matriculados entre enero del 2000 y diciembre de 2005, así como diésel registrados entre enero de 2006 y diciembre de 2013.

conseguir etiqueta medioambiental

¿Cómo sé qué etiqueta tiene mi coche?

Para determinar qué etiqueta ambiental tiene un coche hay que fijarse en algunos detalles, como el año de matriculación (visible en el permiso de circulación y la ficha técnica), el tipo de combustible que usa (gasolina, diésel, GNC, GLP o electricidad, ya sea completa o parcial) y las emisiones que genera (que a su vez depende de la clase de combustible y del año de matriculación del vehículo). 

De cualquier forma, la DGT proporciona tablas de clasificación detalladas que muestran qué tipo de etiqueta ambiental corresponde a cada tipo de coche según su año de matriculación, tipo de combustible y emisiones. Estas tablas se pueden encontrar en el sitio web oficial de Tráfico o en otros sitios web autorizados. Y en caso de tener dificultades para determinar qué etiqueta le corresponde a tu vehículo, puedes buscar asesoramiento adicional online o contactar directamente con la DGT o con tu ayuntamiento para obtener ayuda.

¿Cómo obtengo la etiqueta ambiental si no la tengo?

Puede pasar que tu coche cumpla con todos los requisitos para tener la pertinente pegatina medioambiental en el parabrisas, pero que realmente no la tengas. Los pasos a seguir para obtener la etiqueta ambiental si el vehículo no dispone de ella, son los siguientes:

Primero de todo, antes de comenzar el proceso de solicitud en internet, asegúrate de tener a mano el permiso de circulación del vehículo, la ficha técnica del vehículo y el documento de identidad del titular (DNI, NIE o pasaporte). Accede a la web de la DGT y ubica la sección de etiquetas ambientales. Una vez ahí, inicia sesión con tu nombre de usuario y contraseña. Si no tienes una cuenta, es posible que necesites registrarte para acceder a algunos servicios online como los ofrecidos por la aplicación miDGT.

Una vez que estés dentro del sistema de trámites, busca la opción para solicitar la etiqueta ambiental y sigue las instrucciones proporcionadas. Completa el formulario de solicitud con la información requerida, que puede incluir los detalles del vehículo y los datos del titular del mismo. Durante el proceso de solicitud, es posible que se te solicite que adjuntes copias digitalizadas de la documentación requerida, como el permiso de circulación, la ficha técnica y el documento de identidad. Confirma, revisa y envía.

Por último, y dependiendo de la situación y las políticas de la DGT, es posible que tengas que pagar por la emisión de la etiqueta ambiental. Si este es el caso, sigue las instrucciones proporcionadas para completar el proceso. Una vez que Tráfico haya procesado tu solicitud y verifique la información proporcionada, recibirás el distintivo ambiental por correo en la dirección que hayas indicado durante el proceso de solicitud. Cuando la tengas, ponla en la esquina inferior derecha del parabrisas, bien visible.