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Mantener los coches impecables en verano no es tan difícil como parece. Un buen mantenimiento no solo te garantiza que el vehículo se vea bien, sino que evitarás que sufra numerosas averías. A la hora de cuidarlo, es esencial que tengas en cuenta diferentes aspectos, que conocerás en esta entrada.
¿Es mayor la siniestralidad vial en verano?
La siniestralidad vial tiende a aumentar durante el periodo estival, algo que se debe a diferentes circunstancias. Los datos muestran que, entre 2012 y 2021 se produjeron más de 165.000 accidentes en verano. Además, la tasa de mortalidad suele ser superior a los momentos no vacacionales.
¿A qué se deben cifras como las que acabas de leer? La principal razón es el aumento del tráfico. La mayoría de personas establece sus vacaciones entre julio y agosto, lo que implica un gran volumen de conductores en circulación en momentos puntuales. Fíjate en que, solo para este año 2025, se prevé que se realicen unos 100 millones de desplazamientos.
Además, buena parte de los conductores van a realizar trayectos prolongados. Esto hace que el cansancio se acumule, algo que aumenta el riesgo de que se produzcan accidentes. A tales circunstancias hay que sumarle que con frecuencia no se respetan los descansos recomendados cada dos horas de marcha.
Por descontado, las temperaturas son otro factor al que debes prestar atención. La razón es sencilla: conducir a temperaturas superior a los 33 ºC puede provocar alteraciones cognitivas. Esto lleva a que los tiempos de reacción sean más lentos y que la agresividad aumente, dos elementos problemáticos en carretera.
En muchos casos, los vehículos no se encuentran en las mejores condiciones. Buena parte de lo conductores no realiza las revisiones preventivas. Si se desprecia el estado del coche, cada año que pasa el riesgo de sufrir un fallo aumenta. Por ejemplo, los que han pasado más de cinco años sin revisar tienen más probabilidades de tener una avería.
Y no hay que olvidar que el estado de la propia carretera influye en el riesgo de que se dé un accidente. Una vía mal cuidada, con poca visibilidad o mala señalización es muy peligrosa. A la hora de planificar tu viaje, comprueba cómo se encuentra el firme, sobre todo si vas a circular por carreteras secundarias, ya que son las que más accidentes mortales acumulan.
Importancia de revisar tu coche en verano
Mantener el coche impecable y en óptimas condiciones durante el verano es una cuestión que va mucho más allá de la estética. Se trata de un factor clave para tu seguridad, la eficiencia mecánica y la preservación del vehículo ante las duras circunstancias climáticas propias de la estación.
Durante los meses de calor, las altas temperaturas, la radiación solar intensa y los largos desplazamientos imponen exigencias adicionales a todos los componentes del automóvil, desde la pintura hasta los sistemas mecánicos y eléctricos.
Uno de los motivos principales por los que un coche debe mantenerse limpio en verano es la protección frente a los daños de la radiación ultravioleta. El sol deteriora la capa de barniz y la pintura, lo que provoca una pérdida de brillo, oxidación y decoloración prematura.
Cuando un vehículo permanece cubierto de polvo, polen, resina de árboles o excrementos de aves, estos elementos, al combinarse con el calor extremo, reaccionan sobre la pintura para causar corrosión localizada y manchas permanentes difíciles de eliminar si no se limpian en poco tiempo. Asimismo, mantener la carrocería limpia y encerada actúa como barrera protectora frente a estos agentes agresivos.
Incluso el habitáculo de tu coche sufre en verano, y es el lugar donde vas a pasar más tiempo. Si lo mantienes impecable, garantizas que el ambiente es más saludable, evitas que el polvo se acumule y que surjan olores desagradables. Además, la tapicería, los plásticos y las gomas se degradan mucho más rápido cuando no se limpian ni protegen con productos específicos, algo que causa grietas y pérdida de color.
Desde el punto de vista mecánico, una mala limpieza genera numerosos problemas. Por ejemplo, si dejas que la parrilla y el parabrisas se llenen de restos de insectos, perderás visibilidad y la eficacia de la aerodinámica disminuirá. Cuando la suciedad se acumula en ciertos puntos, como en las entradas de aire del radiador, pones en riesgo el motor, pues no se mantendrá a la temperatura adecuada.
Mantenimiento de los vehículos antes de salir de viaje
Como acabas de ver, el mantenimiento de vehículos es esencial, mucho más si estás a punto de salir de viaje. Pero ¿por dónde empezar? ¿Qué elementos deben revisarse con mayor detenimiento? De entre todos, los que te esperan a continuación son los fundamentales.
Revisión de los neumáticos
Esta parte del vehículo constituye el único punto de contacto con la carretera y su buen estado es determinante para la seguridad y la eficiencia en la conducción, sobre todo en condiciones de altas temperaturas. En verano, el asfalto llega a superar los 51 ºC, lo que incrementa la presión interna del neumático y acelera el desgaste de la goma.
Si los neumáticos presentan un nivel de desgaste avanzado o una presión inadecuada, este aumento de temperatura puede provocar fallos estructurales en su carcasa, lo que incrementa el riesgo de reventón en carretera. También es recomendable comprobar la profundidad del dibujo, que debe ser como mínimo de 1,6 mm. Esto no es solo una cuestión legal, sino que contribuye a evitar pérdidas de adherencia.
Verificar todas las luces y el parabrisas
Las luces del vehículo te garantizan una adecuada visibilidad en cualquier situación, desde la noche al día. Pero su utilidad destaca en condiciones de baja luminosidad, tormentas estivales o pasos por túneles, donde ver y que te vean reduce el riesgo de accidente.
Al mismo tiempo, las jornadas veraniegas suelen incluir largas horas de conducción y cambios de luminosidad bruscos al amanecer y anochecer. Si algún faro, piloto trasero, luz de freno o intermitente presenta una bombilla fundida, se compromete la seguridad activa. Ten en cuenta que los demás conductores no te percibirán con claridad las maniobras que realices, así que el riesgo de colisión aumenta.
Comprobar el estado de la batería
Aunque suele asociarse el fallo de la batería al invierno por las bajas temperaturas, el calor extremo del verano es también perjudicial para su funcionamiento y durabilidad. En tales circunstancias, se aceleran los procesos químicos internos. Tal es el caso de la evaporación del electrolito y la degradación de las placas de plomo, lo que reduce de manera drástica su capacidad de carga y su vida útil.
Durante los desplazamientos estivales, la batería soporta un uso más intenso debido al mayor consumo eléctrico generado por el aire acondicionado, la ventilación continua, la recarga de dispositivos móviles y el uso prolongado de sistemas multimedia de entretenimiento. Si la ya presenta un desgaste avanzado o un nivel bajo de carga, este aumento de la demanda energética puede provocar su fallo súbito. ¿Qué ocurre en esta situación? Que no podrás arrancar de nuevo y te quedarás tirado.
Sistema de refrigeración a punto
Las temperaturas ambientales veraniegas incrementan de manera significativa la carga térmica que soporta el motor. Si el sistema de refrigeración no funciona de forma óptima, el riesgo de sobrecalentamiento se multiplica. Esto puede derivar en daños costosos, como la deformación de la culata o la rotura de su junta, fallos que dejarían a tu coche inmovilizado.
El líquido refrigerante, además de mantener la temperatura adecuada del motor, evita la corrosión interna del sistema y lubrica la bomba de agua. Un líquido degradado o en niveles insuficientes pierde sus propiedades de transferencia de calor y protección anticorrosiva. Así, expones al motor a temperaturas excesivas que comprometen su rendimiento y durabilidad, con los graves problemas que se derivarán.
Lleva contigo la documentación esencial
En el verano aumentan los controles de tráfico como resultado de la gran movilización. Antes tales circunstancias, es fundamental que lleves la documentación obligatoria. De lo contrario, podrías enfrentarte a sanciones económicas significativas, inmovilización del vehículo o incluso la imposibilidad de continuar el viaje si no puedes acreditar la vigencia de los permisos.
Procura llevar en el vehículo el permiso de circulación y la ficha técnica que acredite la legalidad del coche. Documentos como el recibo del seguro garantiza tu cobertura ante siniestros o daños a terceros. Así que, antes de partir, revisa que todos los papeles están en orden y son accesibles.
Seguridad vial: cuando renovar el coche es inaplazable
Pese a que realices un buen mantenimiento, el coche está sujeto a una vida útil como cualquier otra máquina. Una vez la supera, llega el momento de renovarlo. Quizás pienses que puedes continuar más allá, pero ten en cuenta que el riesgo de que sufra una avería se irá incrementando. Al fin y al cabo, las piezas han perdido buena parte de sus características.
Los elementos estructurales y mecánicos se irán desgastando hasta fallar, y una reparación o recambio puede ser muy caro. Tanto como para justificar la compra de otro coche. Una vez llegado a este punto, procura buscar un proveedor de confianza. En Clicars te ofrecemos un amplio catálogo con marcas de reconocido prestigio y unos precios muy competitivos.
Como has podido ver, mantener los coches impecables es más importante de lo que parece. Es una cuestión de garantizar tu seguridad y la de los tuyos. Pero cuando el vehículo no pueda más, recuerda que en Clicars estamos aquí para ayudarte a encontrar tu nuevo automóvil. ¡Revisa nuestra web!
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