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Cuando hablamos de la correa de distribución de un coche, todos somos conscientes de que este elemento es una bomba de relojería. Un fallo en la misma puede provocar una avería demasiado costosa que, dependiendo de su gravedad puede llegar a ser irreparable, y por eso es fundamental saber cuándo debes cambiar la correa en tu Volkswagen Polo. Mantener tu coche en óptimas condiciones es esencial para garantizar su rendimiento a largo plazo y al igual que ocurre con otros componentes del vehículo como el embrague, no olvides que la correa de distribución también necesita ser reemplazada con el paso del tiempo y, por supuesto, de los kilómetros.

El mantenimiento de la correa de distribución es uno de los más críticos en un vehículo. Esta tarea es crucial para la salud de tu motor y sin embargo, es una de las averías más comunes que sufren los coches. Pero lo cierto, es que este elemento es fundamental en el funcionamiento del motor, ya que sincroniza el movimiento de las partes internas, como el cigüeñal y los árboles de levas. En los Volkswagen Polo, esta correa juega un papel crucial en el sistema de distribución y su mal funcionamiento puede tener, como hemos dicho, consecuencias graves que pueden pasar a ser irreversibles. Por eso te explicamos cuándo debes cambiar este elemento.

Cuándo cambiar la correa de distribución en un Volkswagen Polo

Si la correa de distribución no cuenta con la tensión suficiente, podría saltar o romperse. Esta simple acción, en un caso más grave, podría llegar a afectar a los pistones. Pero no te pongas nervioso. Lo cierto es que resulta prácticamente imposible saber el tiempo exacto que convivirá la correa de distribución en nuestro Volkswagen. ¿Por qué? Porque el motor y el estilo de conducción marcarán unos plazos para los que siempre, además de los matices, habrá que tener dos factores en cuenta:

  • Cambio por kilometraje: en este punto es fundamental saber de qué manera conducimos. ¿Por qué? Porque la correa de distribución podría durarnos de por vida. Sin embargo, es importante saber que si el vehículo realiza muchas distancias cortas o si ha recorrido más de 120.000 km, habrá llegado el momento de hacer una sustitución.
  • Cambio por tiempo: si en lugar de exprimir el coche sobre el asfalto, eres de los que hace pasar a su vehículo mucho tiempo en el garaje, es evidente que no cumplirás la distancia recorrida que recomienda el fabricante para hacer efectivo el cambio. Sin embargo, también hay recomendaciones para ti; lo ideal es cambiar la correa dentada cada cinco años, ya que la correa de distribución puede deteriorarse debido a la exposición al calor y otros factores ambientales.

El tiempo y el kilometraje nos marcarán el momento exacto en el que debamos llevar a cabo un cambio en la correa de distribución de nuestro Volkswagen Polo, pero atención, porque como en cada regla aquí también existen excepciones a tener en cuenta. En función de qué trayectos realicemos frecuentemente, habrá matices que influirán en el tiempo y el kilometraje.

  • Conducción urbana: si conduces de manera diaria por la urbe, rebaja en un 20 ó 25% la estimación de kilómetros.
  • Conducción por autopistas: si tu tendencia es moverte por autopistas o carreteras con marchas largas, la estimación es mucho más certera. Circular con la quinta o la sexta marcha mucho tiempo ayuda a alargar la vida de la correa de distribución, por lo que simplemente deberás echar un ojo a las estimaciones del fabricante para saber cuándo es el momento de llevar a cabo un reemplazo.

Síntomas de una correa de distribución desgastada

Es muy raro que la correa de distribución se rompa por sorpresa, sin antes haber dejado señales evidentes de que está sufriendo un mal funcionamiento. Por eso, presta atención a cualquier signo de desgaste o daño en la correa de distribución, ya que estas señales te indicarán que es hora de reemplazarla antes de que cause problemas mayores en el motor.

  • Ruidos extraños: cada coche emite una gama de sonidos característica que resulta más que familiar para su conductor. Si de repente no reconoces alguno, puede ser que la correa de distribución esté fallando. 
  • Vibraciones raras: si notas que durante la marcha el coche va dando tirones, piensa también en la correa. 
  • Dificultad para arrancar: este síntoma se le puede achacar a muchos factores, pero también a un fallo en la correa. Si te cuesta poner en marcha el vehículo, revisa este elemento.
  • Humo excesivo por el tubo de escape: por lo general se suele adjudicar al motor, pero la realidad es que un coche nuevo no debería emitir gases visibles. Por eso, si presencias humo en la parte trasera, piensa que algo podría estar yendo mal en la correa de distribución. 

Coste de reemplazo de la correa de distribución

A todos nos gusta tener nuestro coche en perfecto estado, pero el momento de entrar al taller es el menos favorito de todos. Por eso siempre te recordamos la importancia de llevar a cabo un buen mantenimiento en tu coche, ya que saldrás ganando tiempo y dinero. Y el reemplazo de la correa de distribución no va a ser una excepción. Lo primero que debes tener en cuenta, es que el precio del cambio variará de diferentes factores que comienzan a inferir en función del taller por el que entre tu coche. Si es oficial o no marcará una parte del presupuesto, pero ten siempre en cuenta que un taller no oficial no contará con los componentes del fabricante del coche.

A partir de ahí, las horas de mano de obra que se requieran para trabajar también se reflejarán en la factura. El precio también varía si en el momento de sustituir la correa de distribución lo hacemos con bomba de agua. Sin esta, el cambio oscila entre los 50 y los 200 euros (sin tener en cuenta la mano de obra), mientras que cambiar ambos elementos asciende el precio hasta los 100 ó 400 euros (más la mano de obra). Las cifras son estimadas ya que será fundamental saber el estado en el que llega tu correa de distribución.

En caso de que en tu visita al taller este elemento esté roto, habrá que multiplicar las cifras ya que se tratará de un desembolso mucho mayor. Como hemos explicado, una rotura en la correa de distribución puede ocasionar daños muy graves en el motor, pistones, válvulas y otros componentes que sumarán en nuestra factura. Por eso te recomendamos seguir las pautas específicas proporcionadas para tu Volkswagen Polo, ya que ignorar el cambio puede tener consecuencias graves. 

Cambiar la correa de distribución en tu Volkswagen Polo es una inversión en la longevidad y el rendimiento de tu vehículo. Siguiendo las recomendaciones del fabricante y prestando atención a los signos de desgaste, puedes evitar problemas graves y disfrutar de tu Polo de manera segura en la carretera. Si no tienes el tuyo, ahora puedes encontrarlo en Clicars, ya que con un clic podrás comenzar a mimar tu coche y una correa de distribución que puede ser pequeña, pero su papel en el motor es fundamental. ¡No subestimes la importancia de su cambio oportuno!