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¿Te ha pasado eso de ver un coche azul en la calle y, al entrar en el parking techado, te parece gris? No es magia, sino el famoso efecto metamería. Este fenómeno, aunque no es muy conocido, puede tener un papel clave en la estética de un coche, pues hace que un mismo color se vea diferente según la iluminación. Por eso, si estás pensando en comprar un vehículo reacondicionado o simplemente quieres entender por qué a veces un coche parece tener «dos colores», este artículo es para ti. Aquí te vamos a contar qué es exactamente la metamería, por qué ocurre y cómo puede influir en la pintura del coche. ¡Vamos a ello!

¿A qué se llama efecto metamería?

A veces vemos un producto con un color que nos encanta… hasta que cambia la luz y ya no parece el mismo. Eso, en el mundo del motor, tiene nombre: efecto metamería. Es un término técnico, sí, pero con consecuencias muy visibles para cualquiera que se fije un poco en el coche que conduce o que está a punto de comprar.

La metamería es un fenómeno óptico que se da cuando el color de una superficie varía según el tipo de iluminación que recibe. No es que cambie el color como tal, sino que nuestros ojos lo perciben de forma distinta. Esto pasa más a menudo de lo que imaginas en nuestro día a día, por ejemplo, con la luz natural, el interior de un garaje o las farolas por la noche. Cada fuente de luz refleja el color a su manera.

Lo curioso de todo es que puede tratarse exactamente del mismo tono y hasta de la misma pintura, pero lo que vemos no siempre coincide. Esto conlleva que cuando hablamos de vehículos, donde la estética lo es todo, ese cambio de color en el coche puede generar dudas o malentendidos si no sabes qué lo provoca. De ahí que sea tan importante entender el concepto de la metametía y en qué casos influye.  

¿Por qué se produce la metamería y en qué casos influye?

La metamería se produce porque los materiales reflejan la luz de manera diferente según su composición interna, aunque a simple vista el color sea el mismo. Esto quiere decir que dos pinturas con el mismo código de color pueden parecer idénticas bajo un tipo de luz, pero distintas bajo otra. Esto ocurre por varias razones:

  • Pigmentos distintos: aunque se use el mismo tono, si los pigmentos no son exactamente iguales (por ejemplo, por provenir de lotes o fabricantes diferentes), la forma en que reflejan la luz cambia.
  • Tipo de iluminación: no es lo mismo ver el coche bajo luz solar que bajo luz artificial, como fluorescentes, bombillas halógenas o LED. Cada fuente de luz tiene una temperatura de color distinta, y eso afecta directamente a cómo percibimos los colores.
  • Ángulo de observación: la posición desde la que miramos la superficie también cambia la percepción cromática. Esto concretamente se conoce como metamería geométrica.
  • Tipo de superficie: una pintura sobre chapa no refleja igual que sobre plástico. De este modo, aunque uses el mismo color, el acabado cambia en función del material y eso modifica cómo se ve bajo distintas luces.

Esto es extremadamente importante, sobre todo si estás pensando en adquirir un coche de segunda mano, pues la metamería puede revelar si una parte ha sido repintada o sustituida. Por ejemplo, si se ha cambiado el parachoques o una puerta, puede que el color del vehículo no encaje del todo con el resto, dependiendo de la luz. 

Realmente, la clave está en fijarte bien en los detalles. Así podrás detectar posibles diferencias de tono entre piezas, entender si ha habido repintados y, sobre todo, saber si ese color que tanto te gusta sigue enamorándote en cualquier situación.

Ojo, porque si el coche tiene aplicado el efecto metametaría, no es cuestión de pensar que esté en mal estado, sino de entender si ha tenido intervenciones estéticas y valorar si el acabado actual te convence. 

Por todo ello, no hay duda de que ver el coche bajo diferentes tipos de luz puede ayudarte a tomar una decisión más segura y sin sorpresas. Además, te aconsejamos elegir siempre empresas de compañía para encontrar coches reacondicionados o de segunda mano, como nuestra empresa, Clicars

Pintura del coche y metamería, ¿qué relación hay?

La relación entre la pintura del coche y la metamería es directa y, en muchos casos, inevitable si no se aplican ciertos controles. Para empezar, hay que entender que un acabado de pintura en un coche no es solo «pintar y ya está». En realidad, hablamos de aplicar un sistema de capas: base, color, barniz y, en ocasiones, capas especiales, como perlados o metalizados.

Cuanto más complejo sea ese acabado, mayor será el riesgo de que aparezcan diferencias cromáticas. Especialmente suele tener más complicaciones en colores tricapa o con efectos nacarados, donde cada capa puede reaccionar de manera distinta según el tipo de luz. 

También influye el soporte donde se aplica la pintura. Por ejemplo, una aleta metálica y un parachoques de plástico no reflejan igual la luz, aunque tengan la misma pintura encima. Podríamos decir que es como si pusiéramos un filtro que se comportara de forma distinta según la pantalla en la que lo ves.

A esto hay que sumarle ciertas variables, como la presión y la técnica de aplicación, el tipo de pistola, la temperatura o incluso la humedad del entorno. Todo afecta a la orientación de las partículas metálicas y a la transparencia del barniz. ¡Cualquier pequeño cambio puede generar un efecto visual diferente!

Por eso, en los talleres profesionales se utilizan espectrofotómetros, cabinas con luz controlada y sistemas informatizados de mezcla de color. Así se logra que el acabado final sea lo más homogéneo posible. Sin embargo, incluso con toda esa tecnología, el ojo humano y la iluminación exterior pueden seguir viendo diferencias.

Elección del color al adquirir un coche en Clicars

Elegir el color de tu coche ideal puede parecer una decisión puramente estética, pero en realidad es algo que conviene pensar con cabeza y mucha tranquilidad, sobre todo si vas a comprar un coche de segunda mano, tal y como hemos explicado anteriormente. Desde Clicars, donde cada vehículo está revisado y reacondicionado al detalle, queremos darte algunos consejos para que aciertes con el color de aplicación.

Lo primero que debes tener en cuenta es tu estilo de vida y tus preferencias, ya que el vehículo va a acompañarte en tu día a día. No obstante, más allá de eso, hay una realidad que no todos conocen: hay colores que disimulan mejor el paso del tiempo, la suciedad o pequeños defectos, y otros que, debido a la metamería, pueden parecer diferentes según la luz.

Los colores sólidos, como el blanco, el negro o los grises, tienden a ser más uniformes y a presentar menos variaciones de tono entre piezas. Esto los convierte en una apuesta segura si buscas un coche que se vea homogéneo en cualquier entorno. Además, suelen ser fáciles de mantener y reparar si alguna vez necesitas un retoque de pintura.

Por otro lado, si te atraen los colores más especiales, como los azules metalizados, burdeos nacarados o verdes con efecto perlado, es una opción muy atractiva , pero te recomendamos observar bien el coche bajo distintas condiciones de luz. Recuerda que una tonalidad que enamora a plena luz del día puede verse diferente en un garaje o en un entorno con luz artificial.

A partir de esta información, aquí viene lo importante. En el caso de los coches de segunda mano, la metamería puede ayudarte a detectar si una pieza ha sido repintada. Si notas una leve diferencia entre el color de una puerta y el del resto del coche, podría indicar una reparación anterior. Eso no significa que el coche esté mal, pero es información útil para valorar el conjunto.

En Clicars te facilitamos todo el proceso, ya que puedes ver fotos de alta calidad de los coches que te interesen, consultar los informes del vehículo con todos los datos técnicos y, si tienes dudas, contar con nuestros expertos para recibir orientación y asesoramiento completo. Nuestro objetivo es que el coche que elijas te guste tanto al sol como a la sombra, y que te lo lleves con total confianza. 

Además, podrás elegir la opción de comprar tu coche a través de la web o en alguno de nuestros centros en España. En todos los casos, si eliges Clicars, la decisión de compra vendrá con garantía.

En conclusión, puede que no lo supieras antes de leer este artículo, pero esperamos que ahora ya tengas claro que el efecto metamería no es un simple capricho visual, sino un ayudante perfecto para tomar mejores decisiones, sobre todo cuando se trata de comprar un coche de segunda mano. Si lo haces con Clicars, ya sabes que el proceso será mucho más fácil porque cuando entiendes lo que ves, eliges con más confianza. ¡Entra en nuestra web ahora!

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