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¿Alguna vez te has preguntado cómo los coches de combustión modernos logran ser más limpios y ecológicos? Uno de los héroes en esta batalla contra la contaminación es el filtro antipartículas (FAP o DPF, por sus siglas en inglés). Este dispositivo se encarga de capturar y eliminar las diminutas partículas contaminantes que se generan en el motor, especialmente en los coches diésel durante más de dos décadas.
Al atrapar estas partículas antes de que sean liberadas al aire, el filtro antipartículas ayuda a reducir significativamente las emisiones más dañinas, mejorando así la calidad del aire que respiramos. Además, al mantener el corazón del coche más limpio, también contribuye a su eficiencia y durabilidad. Podemos decir que es una pieza clave en la tecnología automotriz moderna, promoviendo una conducción más responsable y sostenible.
La legislación sobre emisiones de escape Euro 5 introducida en 2009 para ayudar a reducir las emisiones de CO2 de los turismos hizo que los FAP fueran obligatorios y, desde entonces, todos los diésel modernos están equipados con al menos uno de estos dispositivos. Aquí te explicaremos exactamente qué son, para qué sirven, por qué los necesitas y cómo cuidarlos, así como algunas curiosidades y respuestas a preguntas que, seguro, tendrás en mente.
¿Cómo funciona el filtro antipartículas?
Como decíamos, el FAP es un filtro que captura y almacena el hollín del escape (algunos lo llaman trampas de hollín) para reducir las emisiones dañinas de los vehículos diésel, y en los últimos años, también de algunos modelos de gasolina. Pero como tienen una capacidad de actuación finita, esa carbonilla atrapada debe vaciarse o “quemarse” periódicamente para regenerar dicho filtro.
Este proceso de regeneración quema de forma limpia el exceso de hollín depositado en el filtro, reduciendo las emisiones nocivas que salen del escape y ayudando a evitar el humo negro característico que solía verse en los vehículos diésel, especialmente al acelerar. ¿Y a quién le debemos la invención de este invento? A Peugeot, quién lo lanzó por primera vez destinado a un modelo de producción en el año 2000 (razón por la que los puedes encontrar en vehículos matriculados antes del 2009).
¿Cuánto cuesta un filtro antipartículas?
El precio de reemplazar un filtro antipartículas puede variar significativamente dependiendo de varios factores. En líneas generales, los precios pueden oscilar entre 300 y 3.500 euros, lo que refleja la diversidad en las marcas de coches, los tipos de filtros y los costes asociados con la instalación. De hecho, son estos los factores que más influyen:
Marca y modelo de coche: son determinantes cruciales en el precio del filtro antipartículas. Los vehículos de marcas premium tienden a tener filtros más caros debido a la tecnología avanzada y los estándares de fabricación más altos, o la presencia de más de un filtro. En contraste, las marcas más accesibles suelen ofrecer filtros a precios más moderados.
Tipo de filtro: dependiendo de si se trata de un recambio original (OEM) o del mercado de accesorios (aftermarket) el precio puede variar significativamente. Los primeros son los que vienen del mismo fabricante que hizo el filtro original del coche y suelen ser más caros. Los filtros del mercado secundario, aunque generalmente más económicos, pueden variar en calidad y durabilidad.
La instalación: esto no es una tarea fácil y requiere mano de obra especializada. Los costes de instalación pueden añadir entre 100 y 400 euros al precio total. Además, algunos talleres especializados pueden cobrar más dinero por su experiencia y calidad de servicio, sobre todo cuando se trata de los talleres oficiales.
Comparar los precios del filtro antipartículas entre las diferentes opciones de mercado es esencial para encontrar la mejor relación calidad-precio. Los filtros OEM suelen ser los más caros, sí, pero garantizan una perfecta compatibilidad y fiabilidad, con precios que pueden superar los 4.000 euros en total (incluyendo instalación). Los filtros del mercado secundario, en cambio, pueden ofrecer una solución más económica, con precios que van desde los 300 hasta los 800 euros, dependiendo de la calidad y la marca del fabricante.
Por lo tanto, a medida que un coche envejece, el precio del reemplazo podría ser mayor que el del propio vehículo, lo que potencialmente anula el ahorro de dinero asociado con llevar un diésel. Y, en efecto, son los modelos más viejos y con mayor kilometraje los que tienen más probabilidades de requerir un nuevo filtro antipartículas. Es por ello por lo que debes de prestar especialmente atención a este componente cuando vas a adquirir un vehículo de segunda mano que lo equipe, pues sería una desagradable sorpresa tener que reemplazarlo.
¿Cuándo hay que cambiar el filtro antipartículas?
Si el filtro antipartículas se obstruye con hollín o se desarrolla una falla en el sistema del mismo, generalmente aparecerá una luz naranja o amarilla en el cuadro de instrumentos con la forma de un rectángulo con agujeros dentro adjunto a una traviesa que referencia al tubo de escape. Este testigo puede variar según el fabricante, por lo que te recomendamos que eches un vistazo al manual para estar más seguro.
Además de la luz de advertencia del FAP en el cuadro, hay muchas señales reveladoras de que hay una obstrucción en el sistema. Algunas de las señales de advertencia a las que hay que prestar atención son:
- Potencia del motor reducida
- Falta de revoluciones al pisar el acelerador
- Reducción marcada en el ahorro de combustible (expresado en tiempo real)
- Olor a combustible en el habitáculo
- Humo oscuro que sale del escape al acelerar
- Problemas de encendido
Recuerda: si tu filtro está bloqueado, una de las primeras señales es una luz de advertencia en el salpicadero. Los síntomas de un FAP bloqueado son similares a los de otras fallas, por lo que si no ves el testigo descrito anteriormente, te recomendamos llevar tu vehículo a un mecánico profesional para que diagnostique el problema.
¿Cuáles son las causas de una avería en el filtro antipartículas?
Sin lugar a dudas, los viajes cortos a baja velocidad son la principal causa de bloqueo de los filtros antipartículas. Es por esto que los fabricantes de automóviles, a menudo, llegan al extremo de recomendar que los conductores que viajan por la ciudad o que hacen trayectos cortos elijan un coche de gasolina, híbrido o eléctrico en lugar de diésel.
Otras cosas que son malas para los FAP incluyen un mantenimiento deficiente .Un filtro en un coche mal mantenido puede fallar antes que uno bien mantenido, lógicamente; por lo general, deberían durar, como poco, 150.000 kilómetros. Aquí también debemos mencionar que es importante que utilices el tipo correcto de aceite: algunos aceites contienen aditivos que pueden bloquear los filtros, así como los llamados “limpiadores mágicos”, altamente corrosivos en numerosas ocasiones.
Las modificaciones de rendimiento (“repro”) pueden dañar un filtro antipartículas, al igual que el uso de combustible de baja calidad e incluso hacer funcionar el automóvil frecuentemente con un nivel bajo de combustible, ya que el coche puede evitar la regeneración del mismo para ahorrar combustible. En otras palabras, hay muchas causas que impiden la regeneración del filtro y provocar que se obstruya . Por lo tanto, antes de decidir reemplazarlo, haz que un mecánico inspeccione el coche para determinar si hay algún problema subyacente.
Consejos para el mantenimiento del filtro antipartículas
La mejor manera de mantener un filtro antipartículas es asegurarse de que sea capaz de regenerarse cuando esté lleno de hollín (véase cuando aparezca la luz de advertencia).Hay dos tipos de regeneración: pasiva y activa.
Regeneración pasiva del FAP
La regeneración pasiva se produce cuando el coche circula a alta velocidad en viajes largos por carretera, lo que permite que la temperatura del escape aumente a un nivel más alto y queme de forma limpia el exceso de hollín en el filtro. Por lo tanto, se recomienda que los conductores hagan rodar el coche durante 30 a 50 minutos a velocidad sostenida en una autopista o carretera nacional para ayudar a limpiar el filtro. Pero como no todos realizan este tipo de conducción, los fabricantes diseñaron una forma alternativa de regeneración.
Regeneración activa del FAP
La regeneración activa significa que se inyecta combustible extra automáticamente, como parte de una orden dada por la centralita (ECU) del coche, cuando un filtro alcanza un límite predeterminado (normalmente alrededor del 45 %) para elevar la temperatura del escape y quemar el hollín almacenado. Sin embargo, surgen problemas si el viaje es demasiado corto, ya que el proceso de regeneración podría no completarse por completo. Si este es el caso, el testigo continuará mostrando que el filtro aún está parcialmente bloqueado.
En ese caso, debería ser posible completar un ciclo de regeneración completo y apagar la luz de advertencia conduciendo durante, aproximadamente, 10 minutos a una velocidad por encima de los 60 km/h en una marcha más corta, como bien podría ser tercera. Sabrás si se está produciendo una regeneración activa por síntomas como un motor más revolucionado, los electroventiladores funcionando a pleno rendimiento, un ligero aumento en el consumo de combustible, un ralentí más elevado y un olor caliente y desagradable del escape.
Ya sabes que el filtro antipartículas es un componente vital para la reducción de emisiones contaminantes en los vehículos modernos. Conocer su función, precio, posibles problemas y cuándo cambiarlo puede ayudarnos a mantener el coche en óptimas condiciones y a cumplir con las normativas ambientales. Un mantenimiento adecuado del filtro antipartículas no solo prolonga su vida útil, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente y la salud pública. Por eso, seguir las directrices y recomendaciones sobre el cuidado de este dispositivo es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro vehículo.